Por Elí Ramos García
El verano siempre había sido
la estación favorita de Madison. Aún recordaba cuando era niña y vivía en la
pequeña granja de su abuela, Patricia, y jugaba en el campo con Tripiante; el
cordero favorito de Madison. También estaba Sr. Logan que era aquella gata
gorda y gris que siempre intentaba cargar pero se resistia a acostarse en el regazo de la niña.
Una de las cosas que Madison más recordaba, era cuando de la casa emanaba
el sonido de la estación de radio de las tres de la tarde (que era la favorita
de la abuela porque transmitían música de su época), eso significaba que la abuela estaba haciendo la mesa, porque a la abuela le fascinaba poner la mesa y comer
con esa estación de radio sintonizada.
Pero cuando la prima Julia iba a casa de la buela esto no parecía
agradarle, al parecerporque era una adolescente. Julia era la hija de la tía Susan, una
mujer monumental que parecía una gran piñata mexicana cuando se ponía sus
vestidos de colores. Una vez Madison
intentó golpearla con un palo de escoba para ver si dentro de ella había
dulces, pero solo consiguió un estruendoso grito por parte de la gran mujer, y un reprimenda verbal de su madre.
La prima Julia llegaba de
visita cada dos meses porque quedaba sola en su casa, debido a que tía Susan y
tío Víctor debían salir a hacer negocios, ellos trabajaban en una fábrica de
quesos. La abuela Patricia siempre cuenta en la reuniones familiares que a tía
Susan siempre le había gustado todo el asunto de la leche y los quesos, y que
cuando era pequeña siempre se levantaba temprano para ordeñar las vacas –Pero
solo fingía que las ordeñaba porque todavía no sabía cómo hacerlo, y todas las
tardes me insistía mientras jalaba mi vestido verde que le enseñara y que le
enseñara, pero yo le decía que le pidiera ayuda al Sr. Roberik a quien le pagaba en ese entonces para
ordeñar a nuestras vacas, en paz descanse, pero ella no quería porque el Sr.
Roberik le daba mucho miedo por el parche en su ojo que había tenido que usar
ya que cuando trabajaba arreglando las vías del ferrocarril hubo un misterioso
accidente y perdió su ojo- Contaba la abuela Patricia con una sonrisa de
satisfacción porque sabia que a tía Susan también le gustaba que contora esa historia.
Cuando ya era hora de dormir
la abuela Patricia arrullaba a Madison con el tarareo de una canción de la
época en la que la abuela Patricia era Joven. A Madison le gustaba pasar un
buen rato mirando los álbumes que la abuela Patricia tenía en su librero
antiguo, sobre todo le gustaba mirar las fotos de cuando la abuela Patricia fue
modelo y no tenia arrugas. Madison siempre la comparaba con Marilyn Monroe, e
incluso decía que era mucho más bonita que –Esa mujer fea- Decía Madison.
También le gustaba ver las fotos de cuando mamá era adolescente porque había
heredado la misma belleza de su madre, que aún conservaba. Jack que era la madre
de Madison trabajaba en New York como escritora en jefe de una reconocida
editorial de por esos rumbos, y solo llegaba a Summer Town por una semana y
luego se iba, pero a Madison le gustaba mucho cuando llegaba porque siempre le
regalaba libros de su editorial que eran muy buenos. Summer Town era el nombre
de la granja de la abuela Patricia. La abuela patricia sentía una gran pasión
por el inglés y era por eso que a todas sus hijas les había puesto nombres
ingleses o estadounidenses. A veces Madison y
Mr. Logan la escuchaban hablar en inglés con alguien en el teléfono
durante la noche, y a Madison le gustaba inventar historias sobre que tal vez
era su amante secreto de cuando era joven, que vivía en alguna gran ciudad de
U.S.A. Y que lo llamaba en la noche porque aún lo amaba. Le gustaba pensar que
si fuera cierto también él la amaba a ella, pero luego se ponía triste porque
imaginaba la decepción del abuelo Nicolás si se hubiese enterado que la abuela
Patricia lo engañaba, claro, si fuera cierto.
A
Madison le gustaba escuchar la anécdota de porqué a su madre la abuela Patricia
le habian puesto Jack, ella y el abuelo Nicolás que “en paz descanse”.
-Cuando Jack nació todos creíamos que sería un
varón porque todas las señales indicaban que así seria, recuerdo que mi barriga
era enorme. La noche que Jack nació el doctor y las enfermeras la limpiaron,
pero Nicolás les pidió a los doctores que guardaran el secreto del sexo del
bebe porque quería que fuera una sorpresa, al parecer él pensaba que yo siempre
había querido una niña pero en realidad yo quería una varón- La abuela Patricia
siempre agregaba algo como “No por eso la quise y la quiero menos”- Y como
pensaba que yo quería una niña creyó que sería como una sorpresa al llegar a la
granja. Pero yo siempre fui una chica muy apresurada en todo, y quería
registrar al bebe lo más pronto posible, recuerdo que Nicolás se llevó a la
bebe porque tenía planeada una fiesta sorpresa, pero yo no sabía y al salir del
hospital tomé el coche y fui al registro civil, pero yo supuse que tal vez
Nicolás sabía que yo quería un varón y por eso había decidido guardar el
secreto, así que deduje que era un varón,
así que la registre como Jack, mas tarde descubrí que el bebe no tenia
sapito si no platanito- Terminaba la abuela Patricia su historia con algunas
risas pertenecientes al tío Ronald y el tío Jasper, al igual que la de tía
Susan pero ella rara vez se reía de los chistes de otros, y a veces también de
Jack, cuando tenia la oportunidad de ir. Pero Madison nunca entendió el final
si no hasta volverse adolescente.